Big tech ¿La próxima amenaza del sector legal?
Nos guste o no los abogados vamos a tener que jugar con las reglas del nuevo mercado legal digital y no estamos preparados.
Nuestro conocimiento legal, que ahora definimos como una mezcla de know-how propio, experiencia y habilidades negociadoras o de oratoria y que vendemos en nuestros despachos, se nos va como el humo.
La mayoría de los abogados disponemos de una gran cantidad de conocimiento acumulado que nos cuesta aprovecharlo y “revenderlo” por estar excesivamente “enlatado” en formatos de difícil acceso y reutilización.
Esto supone un gran problema de adaptación a la nueva era digital donde el nuevo conocimiento legal se va a vender “en latas” a bajo precio y con resultados garantizados.
Mientras las nuevas tecnológicas son capaces de generar un nuevo conocimiento directamente “enlatable” y por tanto más fácilmente adquirible y replicable, nosotros (los abogados) tenemos, primero, que “desenlatar” nuestro conocimiento.
Y a nadie se le escapa que es mas sencillo crear nuevo conocimiento “enlatable” que convertir en reutilizable un conocimiento infrautilizado para, a continuación, venderlo también “en latas”.
Tenemos que ser realistas. No podemos seguir vendiendo conocimiento legal como lo estamos haciendo hasta ahora. No vamos a poder competir con el nuevo conocimiento que generarán las nuevas plataformas tecnológicas, mucho más actualizado y a precios más asequibles.
Es sólo una cuestión de tiempo que aparezcan las temidas big tech y empiecen a lanzar servicios legales en masa. De hecho, el primero de los gigantes tecnológicos que ha tomado la iniciativa ha sido Amazon que ya ha desembarcado en el mercado legal estadounidense con IP Acelerator, un marketplace que permite encontrar abogados para registrar y proteger marcas.
Lo previsible es que estas macroplataformas sigan el mismo guión que han seguido en otros sectores: adueñarse de los datos de sus clientes y del trabajo jurídico de los abogados (suscritos a sus plataformas) con el reclamo de comercializar sus servicios legales entre sus enormes audiencias (inalcanzables para los actuales prestadores de servicios del mercado legal).
Si a este peligro le sumamos el atractivo de un mercado legal, sin apenas barreras de entrada, muy fragmentado y con ineficiencias considerables, la amenaza esta servida.
Y nosotros, los abogados, espectadores directos de todo lo que ocurra, veremos consternados como nuestro papel irá siendo cada vez más secundario y menos relevante.
Entonces y sólo entonces trataremos de superar nuestra acreditada falta de cooperativismo y uniremos fuerzas para sobrevivir a la tragedia. Empezaremos a exigir leyes regulatorias que defiendan nuestra profesión, denunciaremos el atropello en nuestros foros y ante los tribunales e incluso puede que, por primera vez, nos unamos en una causa común, pero ya será demasiado tarde.
En nuestra mano está no entregarles las llaves del reino o al menos que no les resulte tan fácil y barato acceder a una nueva fuente de conocimiento y de ingresos sin compensar de manera justa a los actuales dueños del conocimiento legal: los abogados y también sus clientes que son quienes, en definitiva, activan y financian la generación de este conocimiento.
De nosotros dependerá que los datos, la información y los conocimientos, que ayudemos a generar, no sean apropiados de forma exclusiva por estas plataformas y mantener la competencia y transparencia en el que todavía podemos llamar nuestro mercado profesional.
Seamos realistas, va a ser muy difícil convencer a estos gigantes tecnológicos que rompan la dinámica de sus políticas digitales de no permitir que sus usuarios retengan el control de sus datos y, en definitiva, de la información y el conocimiento que ayuden a generar.
La única forma de defendernos frente a la embestida y evitar los efectos devastadores de no actuar a tiempo es que, por primera vez, hagamos frente común para defender no sólo nuestro negocio, sino también nuestra profesión.
En Reclamaclick hemos aceptado el reto y por eso hemos lanzado una plataforma colaborativa que pretende robotizar los servicios legales de reclamación bajo un modelo de negocio diferente en el que otorgamos a nuestros usuarios (los abogados y sus clientes) no sólo un control real sobres sus datos y el conocimiento legal que generan, sino también haciéndoles participes de los beneficios obtenidos con la explotación de este conocimiento a través de fórmulas de reparto justas y equitativas.
El negocio de Reclamaclick no está, por tanto, en la explotación de los datos de las reclamaciones gestionadas a través de su plataforma, ni en la información y el conocimiento generado con estos datos. Nuestro negocio se reduce a licenciar esta tecnología para que los verdaderos dueños o agentes generadores de este conocimiento puedan explotarlo.
Sólo cobramos al abogado una suscripción (Servicio SaaS) por el uso de esta tecnología a través de un modelo de Pago por Éxito en el que únicamente se contabilizan los expedientes de reclamación en los que el abogado haya sido contratado.
Reclamaclick es, en definitiva, una herramienta muy útil para competir en un medio digital cada vez más competitivo en que el conocimiento y la experiencia individual de un abogado no va a poder subsistir frente al conocimiento generado a través de “las Nuevas Tecnologías”, mucho más barato, actualizado y con resultados garantizados.
Es posible que surjan nuevos proyectos u oportunidades similares, pero se nos acaba el tiempo. Cuanto más tardemos en reaccionar, se nos irán reduciendo las posibilidades de competir en condiciones de igualdad con los grandes gigantes tecnológicos.
El momento es ¡Ahora!
Jacobo López-Aranguren (CEO de Reclamaclick)
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